Las cadenas de nieve están pensadas para un uso limitado o de emergencia. Su principal ventaja es que no dañan las llantas ni interfieren con los sensores electrónicos de las ruedas. Sobre todo, son muy rápidas y fáciles de montar, ya que se colocan como cubiertas en los neumáticos.
La velocidad máxima con nieve es de 50 km/h.
Inventados en Noruega, su superficie es texturizada y permeable, lo que crea un efecto de «fricción seca»: el agua de la superficie del hielo es absorbida y expulsada, permitiendo el contacto directo entre el textil y el hielo. Esta fricción, combinada con el campo electrostático, proporciona agarre y garantiza una buena conducción.
Sin embargo, las cadenas para la nieve están pensadas para su uso en caso de nevadas intensas o de emergencia (para salir de un camino lleno de nieve). Deben retirarse en una carretera seca para evitar daños.
Tabla
Cadenas de nieve
Las cadenas de nieve metálicas son absolutamente imprescindibles para un uso intensivo y regular en montaña. Su principal ventaja, además del agarre, es que son especialmente resistentes.
Sin embargo, no son adecuadas para vehículos con un espacio limitado entre el neumático y la capota/suspensión del vehículo (vehículos que no pueden llevar cadenas para la nieve).
Las cadenas deben instalarse en las dos ruedas motrices del vehículo (a excepción de los coches de tracción trasera y 4×4, en los que se recomienda instalar cadenas en las cuatro ruedas).
La velocidad máxima con cadenas para la nieve es de 50 km/h.
Existen 2 tipos de cadenas metálicas
Cadenas de tensión manual
Son cadenas «calssicas» que requieren cierta destreza y práctica antes de montarlas. Requieren un segundo paso para tensar las cadenas.
Su ventaja es su precio, ya que son la opción más barata.
Conviene adaptarlas antes de utilizarlas.
Cadenas tensoras automáticas
Muy prácticas, estas cadenas metálicas se instalan en menos de un minuto y no es necesario detenerse para ajustar la tensión, ya que su innovador sistema adapta automáticamente la tensión cuando el vehículo está en movimiento.
Tan eficaces como las cadenas de tensión manual, son sin embargo más caras.
Cadenas «alternativas
Aunque las cadenas metálicas y los calcetines para la nieve son las opciones más comunes, también existen otros tipos de cadenas:
Cadenas textiles
Se trata de una cadena intermedia entre la cadena metálica y la calza de nieve, ya que está formada por cadenas de poliéster ultrarresistentes y collares de acero. Están homologadas.
Eficaces tanto en nieve como en hielo, son rápidas de instalar, ya que deben utilizarse como cubiertas en el neumático.
La velocidad máxima con este tipo de cadenas es de 24 km/h.
El precio es el mismo que el de las cadenas con tensado automático, pero lamentablemente no están disponibles en todas las tallas.
Cadenas araña
Este es el mejor tipo de cadena para nieve: rápidas y fáciles, no dañan las llantas y duran más que otros tipos.
Tienen forma de pulpo o araña con garras y tacos que proporcionan el mejor agarre posible tanto en nieve como en hielo. Los niveles pivotantes permiten adaptarlos a diferentes tamaños de neumáticos. También pueden montarse en vehículos con un hueco estrecho entre la rueda y el soporte del arco.
Son la mejor opción para quienes conducen a menudo en condiciones climáticas extremas. Necesitarás comprar un adaptador y son más caras que las cadenas y los calcetines.
¿Qué tipo de cadena debo elegir?
Hay una cadena de nieve para cada uso y cada presupuesto. Si vives en una región donde no nieva con regularidad, o para un uso de emergencia, elige calcetines, ya que no ocupan mucho espacio y son fáciles de instalar.
Si conduces con frecuencia por alta montaña, para acceder a las pistas y si no tienes neumáticos de invierno, ¡las cadenas metálicas son imprescindibles! Tú decides si prefieres el tensado manual o automático.
Para un uso frecuente y condiciones meteorológicas extremas, las arañas son la mejor opción.