De hecho, es mejor evitar cualquier problema. Por eso, aunque no seas un experto en coches, hemos elaborado esta lista de señales de advertencia que podrían indicar problemas con tu transmisión automática.
Tabla
5 señales de problemas en la transmisión automática
1. Color y estado de los líquidos de la transmisión
Las transmisiones automáticas utilizan líquido de transmisión (o ATF) para hacer funcionar los embragues y las bandas necesarias para cambiar de marcha, por no hablar de la refrigeración y la lubricación de las numerosas piezas de la transmisión. Pero el líquido de transmisión no dura para siempre, por lo que es fundamental comprobarlo al menos una vez al mes. Comprobar el líquido de transmisión puede decirle mucho sobre su estado, así como si necesita cambiarlo.
Si el líquido está sucio o quemado, simplemente hay que cambiarlo. El líquido de transmisión nuevo es de color rojo rosado claro, mientras que el usado es marrón oscuro o negro (a menudo con restos de contaminantes, metal o suciedad). Asegúrese también de comprobar el olor, ya que el líquido que huele a quemado es una señal de alarma de problemas.
2. Niveles de líquido bajos
Una transmisión automática requiere una cierta cantidad de ATF para funcionar, y un nivel demasiado bajo podría provocar complicaciones desastrosas. Los problemas que pueden causar los niveles bajos de líquido incluyen deslizamiento, temblores, problemas de cambio, sobrecalentamiento y fallo total.
Usted puede ver si los niveles de líquido son bajos comprobando el líquido de transmisión, que es un proceso simple usando la varilla de medición de la transmisión. Si los niveles son bajos, la solución es simplemente añadir más ATF del recomendado a su transmisión. Pero los niveles bajos de líquido también pueden indicar una fuga en la transmisión, que es uno de los muchos otros signos de problemas de transmisión automática en nuestra lista.
3. Signos de fugas
Las fugas se producen principalmente debido a una brecha en algún lugar de su transmisión. Los lugares más comunes para encontrar fugas son juntas, líneas de transmisión, cacerolas sueltas o sellos defectuosos. Sustituir la pieza defectuosa suele ser suficiente para reparar una fuga, aunque la dificultad de sustituir la pieza varía. Sin embargo, las fugas de líquido requieren atención inmediata porque cuanto más tiempo se resista, más líquido se escapará. Esto acabará provocando problemas normalmente asociados a niveles bajos de líquido.
4. Sobrecalentamiento
El sobrecalentamiento es una de las peores cosas que su transmisión puede sufrir, por lo que es una buena idea evitar que suceda. El sobrecalentamiento puede hacer que partes de la transmisión funcionen mal y acortar su vida útil en general. No es de extrañar que la gente siempre diga que hay que cambiar el ATF, ya que el líquido de transmisión es la piedra angular de su transmisión. En cierto sentido, no habría transmisión automática sin fluido de transmisión del lado porque sus funciones están entrelazadas indefinidamente. Es difícil saber si su transmisión se está sobrecalentando, pero la mejor manera de saberlo es comprobar el líquido. El sobrecalentamiento suele ser producto de un fluido ineficiente, así que busque signos de fluido débil, sucio o quemado. Cualquiera de estos signos podría indicar problemas en la transmisión automática, lo que significa que debe cambiar el líquido inmediatamente.
5. Deslizamiento de la transmisión
Si estás pisando el acelerador pero no aceleras o el motor está en marcha, es señal de que la transmisión patina. Hay muchas razones por las que tu transmisión puede patinar, por ejemplo, fluido ineficiente, solenoides defectuosos, discos de embrague quemados o engranajes desgastados, por nombrar sólo algunas. Si experimenta el patinaje de primera mano, lo mejor que puede hacer es evitar conducir tanto como sea posible, ya que el patinaje puede provocar un rápido desgaste del embrague. Si los discos de embrague se desgastan demasiado, tendrás que desmontar la transmisión para sustituirlos, lo que podría resultar costoso.