A continuación se mencionan algunas pruebas que puede realizar usted mismo para resolver cualquier problema con el regulador de presión de combustible.
Problemas con el regulador de presión de combustible
Prueba 1
Puede comprobar si el regulador presenta síntomas de un problema utilizando un manómetro de presión de combustible.
- Inserte el manómetro a lo largo de la línea del sistema en un puerto de prueba provisto en el conjunto.
- Si falta el puerto de prueba, utilice una manguera de filtro de combustible para puentear la línea insertando el manómetro a lo largo del arreglo.
- Compruebe la lectura de la presión del combustible.
- Si la lectura está entre 45 p.s.i. a 55 p.s.i. para el mecanismo de inyección y 14 p.s.i. a 18 p.s.i. en el conjunto de inyección de la botella del acelerador, su regulador está bien.
- Una desviación grande de las gamas antedichas puede ser una muestra de un problema potencial.
Prueba 2
- Golpee con fuerza el manómetro conectado al acelerador.
- Para una bomba que funciona normalmente, la lectura de presión debe aumentar aproximadamente 5 p.s.i..
- Una caída en la lectura indica un fallo en el regulador. Esto puede deberse a una bomba defectuosa o a un filtro obstruido con alguna impureza.
- Retire la bomba del sistema y límpiela o sustitúyala por una nueva. Asegúrese de volver a probar el sistema cuando reinstale la configuración.
Prueba 3
Los pequeños problemas del coche suelen ser el resultado de condiciones anormales de presión en el sistema de combustible. Una lectura alta puede conducir a emisiones altas. Los problemas resultantes pueden incluir lecturas falsas, obstrucción del sistema, carreras, etc.
Por otro lado, una baja presión en el regulador de combustible puede provocar un retraso o ausencia de arranque, un falso encendido y un encendido rápido.
Los problemas del regulador son fáciles de detectar. Mantener la presión del combustible dentro del rango de funcionamiento correcto es muy importante para una vida más larga y suave del motor. Así que, la próxima vez que sienta un ligero fallo o hipo en el funcionamiento del motor, es hora de realizar una revisión a fondo del vehículo.