La bobina de encendido es uno de los componentes más importantes de cualquier motor, desde el motor de un coche hasta un pequeño cortacésped. Sin una bobina de encendido, el sistema de encendido no puede producir la potencia necesaria para hacer saltar la chispa de la bujía. Es bien sabido que un mantenimiento correcto es uno de los aspectos más importantes del buen funcionamiento de un vehículo, por lo que ignorarlo puede acarrear una serie de problemas.
Bobina de encendido: ¿qué hace?
La bobina de encendido es una bobina de inducción necesaria para convertir la corriente producida por la batería de 12v en la corriente de alto voltaje necesaria para encender la bujía. Esta corriente continua (CC) de 12v no es suficiente para encender la bujía y, por lo tanto, la bobina de encendido, con su capacidad para convertir esta CC de 12v en 40KV, se convierte invariablemente en una parte crucial del sistema de encendido del coche. Algunos modelos tienen una sola unidad, mientras que otros tienen una para cada bujía.
Problemas de la bobina de encendido
La chispa y los fallos son dos problemas comunes que puede encontrar en este contexto. A veces, la bobina de encendido está totalmente desgastada y no produce chispa. Y también hay ocasiones en las que un desgaste excesivo afecta a la bobina y provoca debilidad en la chispa, lo que a su vez repercute en el rendimiento del vehículo. Aunque esta bobina está hecha de una aleación de hierro y silicio y tiene la capacidad de tolerar el calor, otros componentes del sistema de encendido no están bien equipados para esta tarea. Estos componentes se sobrecalientan rápidamente y el aumento de la temperatura en el sistema dificulta la capacidad de la bobina de encendido para conducir la electricidad, lo que provoca el fallo del sistema de encendido.
Los niveles de resistencia de la bobina de encendido también desempeñan un papel crucial en el correcto funcionamiento de este componente. Unos niveles de resistencia extremadamente altos o bajos pueden provocar un aumento del flujo de carga, lo que puede dañar todo el sistema de encendido. Las variaciones repentinas en el flujo de carga a través de la bobina pueden provocar fallos en la bobina o una chispa débil, lo que provoca problemas de arranque en el vehículo. El desgaste diario pasa factura a la bobina de encendido. Como la electricidad de alto voltaje pasa a través de ella constantemente durante el proceso de encendido, está destinada a degradar el aislamiento entre los devanados de la bobina y la torre de la bobina. Esta degradación del aislamiento hace que la bobina y el sistema de encendido sean vulnerables a una serie de problemas, como el sobrecalentamiento y los fallos mecánicos.
Ser consciente de los diversos síntomas de una bobina de encendido defectuosa, como la falta de arranque, el bajo consumo de combustible, los fallos de encendido frecuentes, los problemas de escape, etc., puede ser útil para diagnosticar los diversos problemas asociados a ella. Cuanto antes diagnostique estos problemas, mejor, ya que tienden a empeorar con el tiempo y, finalmente, conducen a problemas mayores que pueden costarle una fortuna.