¿Por qué hay una burbuja en mi neumático?

Las burbujas o protuberancias en los neumáticos son fáciles de pasar por alto y, si no se tratan, pueden provocar accidentes y dañar el vehículo. Estas burbujas con forma de huevo suelen formarse en los laterales de los neumáticos debido a fugas de aire en su interior. Pero, ¿qué causa estas burbujas en los neumáticos y cómo se pueden reparar? Sigue leyendo.

¿Por qué tengo una burbuja en el flanco del neumático?

Una burbuja en el neumático significa que sus capas internas están dañadas. El neumático está formado por varias capas. La capa interior mantiene la presión del aire dentro del neumático. Normalmente, esta capa no tiene material adicional para reforzarla como las capas exteriores del neumático, pero está hecha de un tipo de goma resistente que la mantiene hermética.

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Normalmente se forman burbujas en los laterales de los neumáticos debido a las fugas de aire en su interior. Sin embargo, aunque el revestimiento interior esté hecho de materiales resistentes, puede romperse y dejar escapar aire si sufre algún daño. Al principio, el aire puede salir en pequeñas cantidades. Estas pequeñas bolsas de aire acaban formando burbujas más grandes y visibles debido a la presión excesiva y otras fuerzas.

Una vez que el aire escapa del revestimiento interior, se desplaza a las capas exteriores. El aire se acumula en un punto débil del neumático donde la goma se ha desgastado y debilitado, como el flanco. El flanco es la parte lisa del neumático situada entre la banda de rodadura y la llanta. Esta parte del neumático está hecha de caucho macizo, pero también es propensa al desgaste y al abombamiento porque es más delgada que la banda de rodadura y no tiene refuerzo de cordón.

¿Cuáles son las causas de las burbujas en los neumáticos?

Una burbuja de aire en el neumático significa que el revestimiento interior se ha roto y ha salido aire. La mayoría de las veces, las burbujas son el resultado de daños por impacto. El punto débil del neumático puede hincharse cuando éste queda atrapado entre la rueda y la carretera o el bordillo. Las fugas de aire también pueden deberse a la conducción por carreteras en mal estado y a otros factores externos que provocan daños por impacto.

  • Atravesar grandes baches, pasos a nivel y badenes.
  • Circular por zonas en obras
  • Pasar por encima de badenes a gran velocidad
  • Pasar por encima de escombros o cualquier tipo de material que pueda dañar el interior de los neumáticos.
  • Conducir con un neumático pinchado
  • Llegar a una mediana de carretera
  • Llevar una carga demasiado pesada para los neumáticos
  • Conducir el vehículo con los neumáticos desgastados o dañados.

Pasar por encima de baches puede dañar los neumáticos.

También pueden formarse burbujas en los neumáticos debido a un defecto de fabricación, pero son muy poco frecuentes. En estos casos, el fabricante del neumático puede ofrecer una sustitución gratuita tras una inspección minuciosa de la burbuja y del propio neumático.

Cómo reparar una burbuja de neumático

Lamentablemente, un neumático con una burbuja no se puede reparar. Los neumáticos simplemente no pueden repararse una vez que aparecen las burbujas porque sus capas ya están dañadas.

A diferencia de los neumáticos pinchados, los neumáticos con burbujas no pueden repararse. El flanco no tiene refuerzos de cordón como las otras capas, así que cuando aparece una burbuja o abultamiento en el flanco, no se puede reparar porque el parche no tendría nada que sujetar.

Si detectas burbujas en tus neumáticos mientras estás en la carretera, la única solución es sustituir ese neumático por uno de repuesto. A continuación, acude a un centro de reparación y haz que sustituyan inmediatamente el neumático dañado.

También puedes intentar ponerte en contacto con el fabricante de los neumáticos o con la tienda donde los compraste para informarte sobre las garantías.

¿Es seguro conducir con una burbuja de aire en el neumático?

No, nunca es seguro conducir con un neumático dañado. La burbuja del neumático puede explotar por la presión y hacer que el neumático reviente. Esto es especialmente peligroso si conduces a gran velocidad, con mal tiempo o por carreteras con mucho tráfico.

Si el neumático revienta, perderás el control del vehículo y te pondrás en peligro a ti mismo, a tus pasajeros y a otros conductores.

El reventón de un neumático puede provocar accidentes graves y daños permanentes en el vehículo.

Reduzca la velocidad al pasar por badenes.

Conduzca con precaución

No conduzcas demasiado rápido sobre badenes, vías de ferrocarril y otros obstáculos. Aparque con cuidado y evite golpear bordillos, aceras y medianas.

Además, mantenga el coche en movimiento cuando gire el volante en cualquier dirección.

Realice revisiones periódicas del vehículo

Incluye siempre los neumáticos en la revisión general del vehículo. De este modo, podrás detectar irregularidades en los neumáticos antes de que empeoren. Consulta nuestra guía completa de inspección de neumáticos si quieres hacerlo tú mismo.

Y no olvides utilizar siempre el manual del propietario o el manual de reparación como referencia y realizar las tareas de mantenimiento en los intervalos recomendados.

Fecha de la última actualización: 12-7-2023