¿Cuál es la vida media de una batería de coche?

Las baterías de los coches son el alma de los vehículos. Dependemos de ellas para arrancar y hacer funcionar nuestros coches, para alimentar accesorios útiles a bordo e incluso para cargar dispositivos electrónicos. La vida media de una batería de coche puede oscilar entre tres y cinco años, pero el momento exacto en que hay que cambiarla depende de varios factores.

Obtener productos químicos

La mayoría de los coches que circulan hoy en día llevan baterías de plomo-ácido de 12 voltios bajo el capó. Hay algunas variaciones, pero lo básico sigue siendo lo mismo. Una batería de coche es en realidad un grupo de celdas en serie: 6 celdas que producen 2,1 voltios, para ser exactos. Cada célula está formada por dos tipos de placas de plomo (plomo y dióxido de plomo) sumergidas en una solución de ácido sulfúrico y conectadas entre sí por la placa similar, formando dos polos: uno positivo y otro negativo.

Cuando se conectan mediante un circuito, se produce una reacción química que mueve electrones a través de las placas para producir una carga eléctrica. La pila se descarga cuando los electrones se mueven de una placa a la otra, pero puede recargarse devolviéndolos a la primera. Con el tiempo, sin embargo, los reactivos químicos se agotarán y ya no será posible producir suficiente voltaje para las necesidades del coche.

Positivos y negativos

En la vida media de una batería de coche influyen muchas variables, pero incluso en condiciones perfectas acabará degradándose debido a su composición química. Los dos principales responsables de la reducción de la vida útil de las baterías son la temperatura ambiente y los hábitos de conducción.

Como suelen estar situadas bajo el capó con el motor, las baterías ya están sometidas a altos niveles de calor, pero en climas cálidos durante los meses de verano, el calor extremo puede empezar a descargar la batería en tan sólo 48 horas. Esto se debe a que el calor evapora los líquidos del interior de la batería, causando daños internos que, en última instancia, acortan su vida útil.

También es posible que hayas tenido problemas para arrancar tu coche en invierno: las bajas temperaturas hacen que a la batería le cueste más producir la energía inicial para hacer funcionar el motor, y el frío espesa el aceite del motor, lo que tampoco ayuda. Sin embargo, esto por sí solo no acorta la vida de la batería como lo hace el calor.

Por desgracia, el clima no es un factor sobre el que tengas mucho control. Pero la segunda variable importante que sí puedes controlar son los hábitos de conducción. Parar y empezar a conducir, o conducir regularmente durante menos de 20 minutos, consume la energía de la batería sin dar tiempo suficiente al alternador para recargarse, agotándola a niveles muy bajos repetidamente y acortando su vida útil.

Cuándo cambiar la batería del coche

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Hay una serie de signos reveladores que te alertarán de que el final está cerca. Presta atención a los arranques lentos o al funcionamiento irregular de los sistemas electrónicos de a bordo, como el parpadeo de los faros. Comprueba la batería cada seis meses aproximadamente para ver si se hincha o desprende un olor extraño, como a huevos podridos, lo que significa que algo va mal en su interior y hay que cambiarla. Algunos vehículos tienen una luz en el salpicadero para avisarte de que algo va mal.

Todas las baterías se deterioran con el tiempo, así que estate atento a las señales cuando llegues a la marca de los tres años y escucha lo que te dice tu coche. Sustituir la batería es una solución sencilla que evita grandes dolores de cabeza en la carretera, así que merece la pena estar al tanto.

Fecha de la última actualización: 12-7-2023