Muchos vehículos modernos están equipados con llantas de aleación de aluminio, normalmente fabricadas con una combinación de níquel y aluminio. Estas llantas son conocidas por ser más ligeras que las de acero, y pueden fundirse o forjarse en una amplia variedad de diseños. Las llantas de aleación de aluminio son cada vez más populares que las de acero porque mejoran el ahorro de combustible, lo que reduce el peso no suspendido. Estas llantas son tan ligeras que también desgastan menos el sistema de frenado.
Las llantas de aluminio también son famosas por su brillo estético. Estas llantas conservarán su lustre siempre que se mantengan bien con una limpieza, pulido, abrillantado y encerado regulares.
Las llantas de aluminio son más ligeras que las de acero y pueden mejorar el consumo de combustible del coche.
Tabla
Guía de limpieza de llantas de aluminio
La limpieza de las llantas de aluminio requiere los materiales y los conocimientos más básicos. Sin embargo, lo que realmente marcará la diferencia es la atención que preste a la limpieza de los recovecos. No sólo hay que estar atento a la suciedad acumulada o al barro en las llantas, sino también al polvo de los frenos. Lo ideal es limpiar las ruedas dos veces al mes, o con la misma frecuencia con la que se lava el coche. En cambio, una limpieza a fondo y la aplicación de cera protectora pueden realizarse unas 4 ó 6 veces al año.
Estos son algunos pasos básicos que puede seguir para limpiar correctamente sus llantas de aluminio:
Aclarar las ruedas con agua
Rocíe sus ruedas con agua, idealmente con una boquilla. Esto creará un potente chorro de agua capaz de eliminar la suciedad incrustada y el polvo. Asegúrese de enjuagar bien para ahorrar tiempo y esfuerzo después al fregar.
Aplicar limpiador de llantas de aluminio
A la hora de elegir un limpiador de llantas de aluminio, opta por algo que no dañe el revestimiento transparente. Además, querrá algo que no sea ácido para evitar que la rueda se manche. La mayoría de los limpiadores de llantas de aluminio son fáciles de aplicar. Por lo general, basta con pulverizar el limpiador sobre la rueda y dejar reposar el producto durante unos minutos.
Utilice un limpiador no ácido para evitar manchar la rueda.
Frote suavemente y cubra todos los rincones y grietas.
Antes de fregar las ruedas, asegúrate de que estén húmedas para no rayar la superficie. Utiliza un cepillo de cerdas suaves o una esponja para eliminar la suciedad sin dañar la superficie de la rueda. Asegúrese de limpiar todas las superficies, incluidas las zonas de difícil acceso, como entre los radios y alrededor de las cabecillas de las ruedas. El polvo de los frenos puede depositarse en cualquier parte de la rueda o dentro del propio paso de rueda, lo que puede causar daños a largo plazo.
Aclarar y secar
Rocía la rueda con agua. A continuación, utilice un paño de microfibra para secar las ruedas. Este es un paso importante para evitar que queden manchas de agua por toda la llanta de aluminio. Si limpia las llantas junto con el resto del vehículo, debe utilizar un paño de secado diferente para las llantas y el vehículo respectivamente. Así evitarás que el polvo de los frenos se deposite y dañe la pintura.
Si limpias las llantas con el resto del vehículo, debes utilizar un paño de secado diferente para las llantas y el vehículo respectivamente.
Cómo pulir llantas de aluminio
Después de limpiarlas, hay que pulir las llantas de aluminio para que tengan el mejor aspecto posible. Aunque siempre debes seguir las instrucciones del pulimento concreto que utilices, estos pasos te darán una idea de lo que suele implicar
- Aplica el pulimento a la llanta con una toalla de microfibra.
- Realice movimientos de vaivén con la toalla para que el barniz penetre en la rueda.
- Mientras el barniz esté húmedo, utilice una toalla de microfibra limpia para eliminar el exceso de producto.
Nota: Deberás aplicar estos pasos a cada rueda, de una en una.
Aquí tienes un magnífico vídeo que te guiará por el proceso de pulido:
Por qué debe limpiar y mantener sus llantas de aluminio
La suciedad y otros residuos de la carretera pueden desgastar el revestimiento protector de las llantas de aluminio. Sin embargo, debe prestar especial atención al polvo de los frenos.
El polvo de freno es una mezcla de fibras adhesivas y de carbono de la pastilla de freno de su vehículo y algunas virutas metálicas del rotor. El polvo de los frenos es un material altamente corrosivo que puede descomponer gradualmente sus llantas de aluminio sin que usted lo sepa. Cada vez que conduce, se produce polvo de freno, por lo que realmente no puede evitarlo por completo.
En lugar de gastar tanto en reparaciones de llantas de aluminio, puede asegurarse de que sus llantas se limpian y mantienen adecuadamente de forma regular.