Cómo afrontar la ira al volante

Imagina que vas conduciendo por la autopista con tus hijos atados en el asiento trasero y, de repente, un coche te corta el paso sin que sus intermitentes estén encendidos. Frenas de golpe y te aseguras de que todo el mundo está bien, pero aprietas un poco más el volante hasta el siguiente corte de tráfico. Miras a tu izquierda y ves que estás junto al vehículo que te acaba de cortar el paso.

¿Qué haces a continuación?

Ante una situación similar, el 50% de los estadounidenses admite haber expresado su enfado mediante algún tipo de agresión. Tocaron el claxon, encendieron las luces, gritaron o incluso condujeron agresivamente para expresar su frustración. A medida que empeoran los atascos y el estado de las carreteras, ocurren más cosas de las necesarias para poner de mal humor a los conductores. La incapacidad para controlar los sentimientos de ira y agresividad puede desembocar en una de las principales causas de muerte en las carreteras estadounidenses: la furia al volante.

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Un ejemplo común de las acciones clasificadas como furia al volante es ir detrás del vehículo.

¿Qué es la furia al volante?

  • Ir detrás de otro vehículo para que acelere.
  • Girar o hacer gestos groseros a otro conductor
  • Cortar el paso a otro vehículo deliberadamente
  • Tocar el claxon excesivamente para expresar enfado
  • Golpear a otro vehículo a propósito
  • Gritar obscenidades a otro conductor
  • Amenazar o intimidar a otros conductores
  • Enfrentarse o agredir físicamente

¿Cuáles son las causas de la ira al volante?

Hay muchas cosas que pueden desencadenar la ira al volante en ti mismo o en otros conductores. A veces puede desencadenarse por la infracción más pequeña, como que el conductor que te precede en un semáforo tarde sólo dos segundos de más en empezar a moverse después de que el semáforo se ponga en verde. Todo depende de tus límites y de tu estado de ánimo en el momento de conducir.

No obstante, éstas son algunas de las causas más comunes de la ira al volante:

  • Estrés extremo
  • Tráfico/paradas horribles
  • Obstáculos en la carretera (accidentes de tráfico, obras, etc.)
  • Conducir demasiado despacio
  • Cortarse el paso
  • No señalizar antes de girar o cambiar de carril
  • O dejar encendido el intermitente
  • Conducción irregular
  • Comportamiento detestable (poner la música alta, tocar demasiado el claxon, etc.)
  • Uso de las luces largas

Una nación de conductores furiosos: estadísticas sobre la rabia al volante

Los incidentes de furia al volante son más frecuentes de lo que se cree. Por desgracia, la mayoría de estos casos no se denuncian. En una encuesta realizada por la Fundación para la Seguridad Vial de la Asociación Americana del Automóvil, alrededor del 80% de los conductores admitieron haber sufrido un incidente grave de ira al volante al menos una vez al año. Hasta la persona más simpática que conozcas puede perder los nervios al volante y convertir un vehículo de 2.000 libras en un arma.

Las consecuencias de actuar con emociones negativas al volante de un vehículo pueden ser devastadoras. El número de accidentes de tráfico mortales relacionados con la conducción agresiva ha aumentado un 500 % en una década, pasando de 80 en 2004 a 467 en 2015.

Los expertos estiman que 2 de cada 3 incidentes de ira al volante implican al menos un arma de fuego, poniendo en peligro no solo a otros conductores, sino también a los peatones de la zona.

Es perfectamente normal sentir rabia al volante. Sin embargo, debemos aprender a controlar nuestras emociones y evitar que nublen nuestro juicio.

Cómo prevenir la ira al volante

Todos contribuimos a las experiencias de los demás en la carretera. Aunque no podemos controlar los sentimientos de los demás conductores, sí podemos tomar medidas para controlar nuestra propia ira.

He aquí algunas formas de prevenir la ira al volante:

  • Planifica con antelación y sal a tiempo.

Cuando tienes prisa por llegar a algún sitio, es fácil enfadarse y tomarla con otros conductores, aunque no estén infringiendo la ley. Planificar el viaje con antelación y seguir un horario te ayudará a sentirte en control y menos agobiado al volante.

  • No utilices el móvil.

Una de las cosas que más molestan a los conductores es ver a alguien enviando mensajes de texto o jugando con su teléfono mientras conduce. Pon tu teléfono en modo manos libres antes de conducir y no envíes mensajes ni conduzcas.

  • Apaga las luces de carretera.

Utiliza las luces largas de tu vehículo sólo cuando sea absolutamente necesario. Cambie a las luces de cruce en zonas de mucho tráfico para evitar deslumbrar a los conductores que circulan en sentido contrario y causar molestias.

  • Compruebe los ángulos muertos antes de cambiar de carril.

Utilice los intermitentes y preste atención a su entorno cuando cambie de carril. Cambiar de carril sin utilizar los intermitentes no sólo es de mala educación, sino que puede provocar accidentes graves.

  • Evite conducir si se siente abrumado por las emociones.

Todos tenemos días malos, unos peores que otros. Si estás muy enfadado o disgustado, quizá sea mejor que llames a un servicio de coche compartido o que pidas a otra persona que te lleve.

Cómo afrontar la ira al volante

En algún momento, todos nos encontraremos con un conductor agresivo en la carretera, esté o no justificado su enfado hacia nosotros. Teniendo esto en cuenta, saber cómo enfrentarse a la ira de otros conductores es tan importante como saber controlar la propia.

He aquí algunas técnicas que puedes utilizar para evitar formar parte de las crecientes estadísticas de tiroteos y accidentes de tráfico:

Reaccionar por miedo puede empeorar la situación. Lo mejor es evitar el contacto visual e ignorar a tu agresor. Déjate llevar y mantén la calma.

  • Respira hondo y relájate.

Despeja tu mente y piensa dos veces antes de actuar. Recuerda que ceder a la ira puede costarte mucho más que el carné de conducir. Puedes perder el trabajo, ir a la cárcel o incluso perder la vida o a tu familia. Si es necesario, detente en un lugar seguro para desahogarte.

  • Conduzca como si hubiera alguien en el coche con usted.

Es menos probable que expreses tu enfado si llevas niños o padres en el coche. Considerar las consecuencias de tus actos como si tuvieras pasajeros en el coche te ayudará a evitar tomar decisiones precipitadas y, con suerte, a mantener tus sentimientos bajo control.

  • Evita la confrontación.

No toques el claxon ni contestes a gritos. Si te cortan el paso, cédeles el derecho de paso. Te conviene evitar cualquier tipo de confrontación. Ser grosero y actuar de forma agresiva sólo provocará más rabia en la carretera y dará a los conductores aún más motivos para dirigir su ira contra ti.

  • Consigue una dash cam.

Tener una dash cam puede ayudarte a reunir pruebas en caso de que otro conductor te reclame por haber hecho algo malo en la carretera. También puedes grabar a los conductores agresivos con cámaras giratorias.

Consigue pruebas útiles y graba a los conductores agresivos equipando tu coche con una dash cam.

  • Reúne información.

Anota la marca y el modelo del vehículo de tu agresor y memoriza su matrícula para poder denunciarlo a la policía en caso de despiste.

  • No salgas del coche.

Quédate dentro de tu vehículo y cierra las puertas. Si un conductor enfadado sigue a tu vehículo, no lo conduzcas hasta tu casa. Esto puede convertirle a usted o a su familia en un blanco fácil para otras formas de violencia. En su lugar, conduzca hasta un lugar público con muchos posibles testigos o hasta la policía local.

  • Entra o sal de la autopista.

Esto impedirá que el conductor agresivo llegue a su destino y podría hacerle retroceder.

Fecha de la última actualización: 12-7-2023