El sistema de refrigeración de su coche es esencial para el buen funcionamiento del motor del coche y, a veces, las fugas de refrigerante pueden causar estragos en la eficiencia y eficacia de su coche. El sistema de refrigeración del coche funciona haciendo circular una mezcla de refrigerante y agua a presión a través de mangueras por el motor y el radiador, refrigerando el motor. La temperatura del refrigerante aumenta a medida que el coche circula, y el refrigerante se expande de modo que cualquier exceso de refrigerante en el sistema se desplaza a través de mangueras de goma a un depósito. Pero cuando este sistema no funciona correctamente, puede enfrentarse a costosas reparaciones. Reparar una fuga de refrigerante lo antes posible es crucial.
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Identificar una fuga de refrigerante
En realidad, sólo hay tres causas comunes de fugas de refrigerante, aunque cada tipo de fuga tiene varias posibilidades, que varían en gravedad. Usted puede notar que el refrigerante se ha acumulado en el suelo debajo de su coche o que su depósito no es tan alto como debería ser. Esto podría ser evidencia de una fuga lenta en su sistema. Un sobrecalentamiento repentino del motor también es otro indicio clave de que podría tratarse de una fuga de refrigerante. Incluso puede oler la fuga de refrigerante. A menudo, el tipo de fuga es fácil de determinar, pero a veces se necesita un poco más de esfuerzo para encontrarla. Es una buena idea comprobar el nivel del depósito de refrigerante con unos cuantos llenados de gasolina. A continuación se indican las causas más comunes de las fugas de refrigerante:
3 Causas comunes de fugas de refrigerante
1 — Fugas en el tapón del radiador
Si el tapón del radiador tiene fugas o no está bien colocado, es posible que se produzca una pérdida de refrigerante por el tubo de rebose cada vez que se caliente. El radiador es un sistema presurizado, por lo que si hay una pérdida de presión debido a que el tapón no encaja correctamente o si el tapón no es el adecuado para el radiador, se perderá presión y podría producirse una fuga. Esto se puede diagnosticar con una prueba de presión del tapón del radiador. Consulte el manual de su coche para saber cuál es el tapón y la presión correctos.
2 — Fuga interna
Una fuga interna no causará un charco de refrigerante debajo de su coche. En cambio, se notará cuando el nivel de refrigerante no se mantenga constante y tenga que rellenar constantemente el depósito para evitar que el motor se sobrecaliente. Una fuga interna podría estar causada por una fuga en la culata o en el bloque o quizás por una junta que permite que el refrigerante escape de su sistema.
3 — Fuga externa
Una fuga externa es el tipo de fuga más fácil de diagnosticar. La mayoría de las veces, cuando se tiene una fuga externa, el refrigerante se escapa y el coche se sobrecalienta rápidamente. Lo más probable es que pueda detectar fácilmente de dónde procede la fuga con sólo mirarla; una manguera agrietada o rota o un agujero en el radiador son dos buenos ejemplos. Las fugas en la bomba de agua, el núcleo del calentador o los tapones de congelación del motor también pueden dejar escapar refrigerante. También son fáciles de diagnosticar mediante una inspección visual.
También puede encontrar una grieta en el depósito de refrigerante. Dado que el refrigerante en el sistema principal es lo que mantiene frío el motor del coche, es probable que no cause el sobrecalentamiento del coche, pero aquí es donde verá el refrigerante acumulado debajo de su coche cuando se sienta durante largos períodos.